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Liberar capital privado para los mercados emergentes y los países en desarrollo en tiempos de crisis:

Los flujos de capital del sector privado son cruciales para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y hacer frente al cambio climático. A pesar de que el financiamiento concesional se ha duplicado en las últimas dos décadas, la disponibilidad y el costo del capital siguen siendo una limitación clave debido a eventos geopolíticos y factores de crisis como la pandemia de COVID-19 y la invasión rusa de Ucrania. A pesar de estos desafíos, que han sido especialmente sentidos por los mercados emergentes y las economías en desarrollo, existe la oportunidad de alentar y facilitar los flujos transfronterizos de recursos hacia las economías de mercados emergentes y en desarrollo, en particular a medida que los países están diseñando estrategias de crecimiento verde.

Resumen ejecutivo

El documento de resumen ejecutivo, "Unlocking Private Capital to Emerging Markets & Developing Countries in a time of crisis", explora una serie de instrumentos y medidas disponibles para apoyar los flujos de capital hacia las inversiones en los mercados emergentes que pueden acelerar el crecimiento y la transición hacia un futuro sostenible. Este documento incluye una visión general de:

  • Medidas de política más eficaces para respaldar los flujos de capital, incluidas las políticas de apoyo del G20, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y los bancos multilaterales de desarrollo (BMD) durante los períodos de crisis
  • Medidas prudenciales para apoyar las inversiones transfronterizas en los mercados emergentes
  • Fortalecimiento de la gobernanza a través de mejoras en las metodologías de las Agencias de Calificación Crediticia (CRA)
  • Movilizar recursos a través del desarrollo de los mercados de capitales de la EDME y abordar los obstáculos al acceso a los mercados
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Desbloquear los flujos de ME

El documento "Unlocking Private Capital to Emerging Markets & Developing Countries in a time of crisis", explora una serie de instrumentos y medidas disponibles para apoyar los flujos de capital hacia inversiones en mercados emergentes que puedan acelerar el crecimiento y la transición hacia un futuro sostenible. Entre ellos figuran:

1. Políticas de los bancos centrales, el G20, el FMI y los BMD , incluida la política monetaria anticipatoria de los bancos centrales de los EMDE;

2. Normativa prudencial para apoyar las inversiones transfronterizas de los mercados emergentes a través de la proporcionalidad, la consulta y el tratamiento de los ratios de capital y el riesgo climático en la normativa prudencial.

3. Mejoras en las metodologías de las agencias de calificación crediticia para lograr una mayor responsabilidad, transparencia, mejor tratamiento de los riesgos climáticos y procesos de gobernanza reforzados; y

4. Desarrollar y mejorar los mercados de capitales de los EMDE para que ofrezcan y tengan acceso a la misma gama de instrumentos de que disponen los mercados de las EA (Economías Avanzadas) de manera oportuna y rentable.

Tras exponer el contexto de cada uno de ellos, el documento establece una serie de recomendaciones políticas "sin arrepentimiento" que los responsables políticos pueden poner en práctica para apoyar la estabilidad y el crecimiento de los EMDE a través de la actual incertidumbre geopolítica, ecológica y económica a la que se enfrentan.

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Calificaciones de crédito soberano

Durante más de un siglo, un pequeño grupo de agencias de calificación crediticia (ACC) ha desempeñado un papel preponderante en la configuración de los mercados mundiales de deuda soberana. Las decisiones de estas agencias pueden tener profundas repercusiones en la estabilidad económica, política y social de los países que califican. Esto es especialmente cierto en el caso de los Estados pequeños y de renta baja que dependen del endeudamiento externo y que a menudo ya se enfrentan a problemas de endeudamiento.

A pesar de los crecientes llamamientos a la transparencia y la rendición de cuentas desde la crisis financiera mundial de 2007-2008, gran parte de la toma de decisiones de las agencias de calificación crediticia ha permanecido oculta a la opinión pública. Las "tres grandes" agencias de calificación crediticia -Moody's, S&P Global y Fitch Ratings- han dominado el mercado durante mucho tiempo, lo que ha suscitado preocupación por el poder de mercado y su influencia sobre los soberanos de los mercados emergentes y las economías en desarrollo.

Este informe arroja luz sobre las agencias de calificación crediticia y el mercado de calificaciones soberanas, y pone de relieve los problemas y retos críticos del régimen vigente, al tiempo que trata de disipar algunas de las ideas erróneas existentes en torno a las calificaciones soberanas.

En general, el informe sostiene que acertar con las calificaciones soberanas es fundamental para desbloquear los flujos de capital y alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, y pide concretamente siete cambios clave en el statu quo.

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Nueva generación de regulación prudencial para la resistencia del sistema financiero mundial

En noviembre de 2008, los líderes del G20 se reunieron en Washington D.C. para abordar las causas profundas de la crisis financiera mundial (CFM). Presentaron una Declaración centrada en la reforma de los mercados financieros, el refuerzo de la regulación y la mejora de la cooperación internacional. Esto marcó el inicio de una revisión exhaustiva de las normas de "Basilea 2", que condujo a la creación del marco de "Basilea 3" en 2010. El objetivo de Basilea 3 era reforzar la capitalización, la liquidez y la gestión de riesgos de los bancos, abordando al mismo tiempo los riesgos sistémicos.

A pesar de su aplicación mundial, Basilea 3 ha suscitado preocupación por su impacto en los mercados emergentes y las economías en desarrollo (EMDE). Un estudio realizado en 2012 por el Consejo de Estabilidad Financiera, en colaboración con el FMI y el Banco Mundial, puso de relieve las posibles consecuencias imprevistas para estas economías, especialmente en el acceso a los mercados mundiales de capitales.

Este artículo explora la compleja relación entre Basilea 3 y los flujos de capital hacia los EMDE, señalando que, aunque no se establece una relación causal directa, el diseño del marco puede entrar a veces en conflicto con las necesidades financieras específicas de los EMDE.

Además, el artículo señala que Basilea 3 no aborda adecuadamente el reto climático, lo que podría reforzar las decisiones de inversión a corto plazo que contribuyen a la dependencia mundial del carbono. El artículo concluye con una serie de recomendaciones para adaptar la normativa financiera mundial de modo que tenga más en cuenta la resiliencia económica y climática, especialmente en el caso de los países emergentes y en desarrollo.

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